viernes, 16 de diciembre de 2022

DIA INTERNACIONAL DE LAS MONTAÑAS

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 11 de diciembre como el “Día internacional de las Montañas” para sensibilizar sobre la importancia que las montañas tienen para la vida, para destacar las oportunidades y los límites en el desarrollo de las montañas

A partir de 2003 cada año se conmemora con un tema relacionado con las montañas y en 2022 el tema es "Las mujeres mueven montañas", considerando que es una oportunidad para promover la igualdad de género y, por tanto, contribuir a mejorar la justicia social, los medios de vida y la resiliencia.  

En esta oportunidad quiero señalar que, así como las mujeres gestan en su vientre la descendencia humana, las montañas aportan rocas y minerales que permiten a la humanidad construir sus albergues y fabricar artefactos que mejoren la calidad de vida. Sin embargo, desde hace tiempo se advierte que la codicia y la omnipotencia ha generado un modelo de desarrollo insustentable que sólo beneficia a unos pocos y arruina la vida de las mayorías.  De este modo, se puede establecer cierta correspondencia en la infra valoración que hace la sociedad patriarcal global respecto del dominio y sometimiento tanto de las mujeres como de la Pachamama, apropiándose de sus frutos sin equidad ni responsabilidad social. 

Sin embargo, además de rocas y minerales las montañas también guardan agua en sus entrañas, contribuyendo de manera fundamental a la vida de la humanidad. Esto ha quedado en evidencia en estos momentos que la escasez de agua genera angustias y provoca demandas de soluciones inmediatas difíciles de resolver y que intentaré justificar a continuación.

Podemos decir que como fruto del Calentamiento Global, se han intensificado la duración de las sequías y una drástica disminución de las reservas de agua debido a la falta de lluvias, al escaso aporte de los deshielos y al manejo insustentable del agua como “bien natural” no renovable. Las mayores reservas de agua dulce en el Planeta (69%) están localizadas en las masas de hielo de los polos, en los glaciares de las grandes cordilleras y en menor proporción (30%) existe como agua subterránea.

En esta ocasión, debo mencionar que las montañas cumplen un rol fundamental en el ciclo del agua porque no sólo albergan hielos en sus cumbres, sino que el agua de su fusión, además de circular por los ríos, también se filtra hacia el interior de las montañas y circula dentro de ellas pero con menos velocidad, según sea la porosidad de sus rocas.  Esta característica hace que las montañas actúen como una “esponja” por donde el agua circula lentamente y cada tanto emerge a la superficie aportando a los ríos o bien alimentando las aguas subterráneas en las zonas de llanuras.  Este es el motivo por el cual se mantiene el agua en ríos, lagos y acuíferos, durante los períodos sin lluvias.

Por otra parte, cuando transcurren tiempos muy prolongados sin precipitaciones, no se renuevan las reservas de agua de las montañas y se reducen sus aportes al sistema hídrico. Bajo estas condiciones, aunque llueva, no se puede revertir rápidamente la falta de agua debido a la lentitud con la que se mueve el agua entre las rocas. Además, hay que recordar que cada vez hay menos agua proveniente del deshielo porque el cambio climático sigue provocado el retroceso o desaparición de varios de los glaciares existentes en la Cordillera de los Andes a principios de este siglo XXI.

Luego de compartir estas reflexiones sobre las Montañas les dejo unos podcasts que complementan esas ideas tratando de mostrar que así como la Pachamama tiene su historia, las montañas tienen la suya:

AUDIOS CORTOS (2¨)   “La Cordillera de San Luis”       “La edad de las Montañas”  

11 de diciembre de 2022

viernes, 2 de diciembre de 2022

SEQUIA Y CAMBIO CLIMATICO

Imagen de jcomp en Freepik
La sequía que afecta a los sanluiseñxs  en parte está relacionada con el calentamiento global que  va en aumento por la falta  de cumplimiento de los acuerdos internacionales  para reducir   las emisiones contaminantes  y hacer posible que la temperatura  global promedio no supere  mas allá de 1,5 °C   los valores preindiustriales (1850-1900) comprometidos del Acuerdo de París.

Pese a las exigencias de las organizaciones internacionales como ONU y COP27  se hace difícil la  REDUCCION DRASTICA en las emisiones globales de gases de efecto invernadero porque esas decisiones son boicoteados por otras que se inscriben en la filosofía de “CONTAMINE Y PAGUE”

En efecto, en lugar de apuntar a la drástica reducción de emisiones de CO2 se ha inventado un mecanismo para que quienes emiten CO2 lo puedan seguir haciendo pagando una multa (comprar créditos de carbono).  Hay un “creativo” esfuerzo para distraer la atención y seguir contaminando.

Esta medida es análoga a la situación en la que un auto emite gases por el caño de escape. En este caso no es suficiente con pagar una multa por el descuido. La medida drástica es suspender de inmediato la emisión y para ello las autoridades de aplicación debe secuestrar el auto y sólo liberarlo cuando se compruebe que su funcionamiento es el correcto.

Obviamente ello le causará un perjuicio al propietario que se queda sin su movilidad, pero no se puede desconocer que ha sido autoinfligdo porque no debería haber salido a la calle en esas condiciones.   En este caso, hay que pensar que el bien común a resguardar es la salud de la población y que el propietario no tiene la libertad de hacer lo que le dé la gana.

Con esa misma idea, es condenable que frente a la emergencia hídrica de San Luis, la intendencia capitalina siga derrochando el agua en espacios públicos como por ejemplo en los jardines del Teatro Club Social y en la pista de Motocross del Autódromo Rosendo Hernandez.

 https://www.pagina12.com.ar/502886-creditos-de-carbono-gran-negocio-o-herramienta-para-la-crisi

Posteo en FB del 30-11-22


sábado, 23 de abril de 2022

EN EL DIA DE LA TIERRA, LUCHAR CONTRA EL ANALFABETISMO GEOLÓGICO (Abril 2022)

EN EL DIA DE LA TIERRA, LUCHAR CONTRA EL ANALFABETISMO GEOLÓGICO

Héctor Luis Lacreu    (Ver PDF)
lacreu@gmail.com

         El analfabetismo geológico, nos asegura la distopía de un futuro indeseable en el que persisten y se incrementan los problemas ambientales, resultantes del modelo de desarrollo insustentable que la sociedad ha establecido con la naturaleza.

Los llamados “daños colaterales”, derivan de la mala praxis asociada al aprovechamiento de los procesos y/o materiales geológicos utilizados para el desarrollo de la humanidad. Nos referimos a la expoliación de los paisajes, del agua superficial y subterránea, del suelo, de las rocas y los minerales, como así también a cierta negligencia en las políticas de control y protección social de amenazas naturales tales como inundaciones, derrumbes, volcanismo y terremotos. 

Las problemáticas ambientales son fundamentalmente de naturaleza política, entonces no se resolverán sólo con la alfabetización geológica, pero tampoco sin ella. En ese sentido y a modo de hipótesis, se considera que los actores políticos, económicos, universitarios y la sociedad en general, carecen de los mínimos saberes para comprender las razones geológicas de la actual distribución de los recursos no renovables y de las amenazas naturales. Dichos actores, con el asesoramiento de profesionales especializados, han participado de las decisiones políticas y económicas que, por acción u omisión, promovieron los problemas que hoy sufre la humanidad. Ello ocurrió bajo el supuesto de aportar a un Desarrollo Sustentable que no fue tal.

La idea de que “las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras”, incluida en el art. 41 de la Constitución Nacional Argentina debe ser revisada. En efecto, ese concepto es tan seductor como impreciso y ello se percibe al preguntarnos: ¿satisfacer las necesidades presentes…, pero de quién/es? y también: ¿cómo saber cuáles serán las necesidades de las futuras generaciones? En este aspecto, preferimos definir al Desarrollo Sustentable (DS) como aquel que asegura en forma simultánea: Crecimiento Económico (CE), Equidad Social (ES) y Equilibrio Ecológico(EE). Así, la ecuación DS= CE + ES + EE permite evaluar los supuestos “proyectos sustentables”, preguntándonos si las futuras generaciones además de CE recibirán un planeta con el debido cuidado de la ES y del EE.  Cabe acotar que el adjetivo “sustentable”, sufrió un perverso deslizamiento semántico y habitualmente se emplea para referirse al CE o la rentabilidad de un emprendimiento, lo cual representa una estafa pública. En efecto, la ONU introduce ese adjetivo en 1987 a través del Informe Brundtland, precisamente para señalar que el mero CE no representa el desarrollo de los pueblos.

Desde el año 2020 en adelante, ninguna actividad de la Tierra ha quedado exenta de la influencia del COVID-19, originada en una zoonosis derivada, en parte, de la expoliación de los recursos naturales y la hiperconcentración urbana en las megalópolis. Además, si se considera en forma conjunta la pandemia mundial con el calentamiento global, se puede interpretar que diferentes sectores de la humanidad han promovido, tolerado o se han visto sometidos por modelos de desarrollo insustentables que, de no mediar cambios, evolucionará hacia un planeta distópico.

Esta sentencia, lejos de ser una profecía, se fundamenta en la historia del planeta. Las rocas conservan el registro que nos muestra la ocurrencia de drásticos cambios climáticos que provocaron la desertización de regiones selváticas, desecaron mares, provocaron extinciones masivas de vida y produjeron grandes y persistentes inundaciones marinas como evidencia el subsuelo de la provincia de la región pampeana argentina.

 Considerando lo expuesto, no deberíamos sorprendernos que la actual fusión de los hielos provoque el ascenso del nivel de los mares y las consecuentes inundaciones costeras.  Se calcula que hacia 2100, habrá que relocalizar unos 1.000 millones de personas en la Tierra. Esta cifra se incrementará con la necesaria desconcentración de las mega-urbes, con la finalidad de evitar el hacinamiento y la vulnerabilidad a los contagios sanitarios, tal como ocurre en estos días.

Dicha hipotética relocalización, involucrará la construcción de ciudades en territorios deshabitados y las obvias demandas de aprovisionamiento de recursos naturales y servicios. Este proceso se realizará bajo los designios del libre mercado, a menos que se promueva un cambio cultural y la sociedad encomiende la planificación y el control al Estado. De este modo, se podrá asegurar una planificación razonable, con control social y dentro de un modelo de desarrollo sustentable.

En el marco de esta hipótesis, el analfabetismo geológico interpela a los enfoques de las practicas docentes ya que, de continuar con las mismas prácticas, será difícil el ejercicio de un control ciudadano que garantice una adecuada ocupación de los nuevos territorios. Así, la alfabetización geológica (AG) podrá contribuir a un utópico mundo sustentable, siempre que su enseñanza esté enmarcada en la Geología como una ciencia histórico-interpretativa. De este modo se podrá comprender el origen del paisaje geológico natal y también promover la responsabilidad social y política para su conservación.  

Desde este punto de vista, para que la Geología pueda contribuir con la cultura y el desarrollo sustentable, debe ser incorporada con mayor enjundia en los planes de estudios de todos los niveles educativos.  A tal fin, será conveniente considerar las siguientes tres dimensiones: la AG práctica: que permite utilizar los conocimientos geológicos en la vida diaria, con el fin de mejorar las condiciones de vida, de comprender la distribución y ocurrencia de recursos y amenazas naturales de nuestro entorno.  la AG ciudadana: para que todas las personas puedan intervenir socialmente en decisiones políticas con diversos criterios, incluyendo los científicos y la AG cultural: que vincula la construcción de los conocimientos científicos, con el significado de la ciencia y la tecnología y la incidencia de la ciencia en la configuración de las sociedades.


22 de Abril, 2022

http://www.periodistasenlared.info/abril22-25/nota4.html

miércoles, 23 de marzo de 2022

Enseñanza de las Geociencias en América Latina y el Caribe


Resumen: El progreso de la educación en geociencias en América Latina y El Caribe se ve severamente limitado debido a un problema común a toda la región. En la educación preuniversitaria los contenidos son inexistentes o insuficientes y, en muchos casos, los profesores no han sido formados en la disciplina ni en su didáctica específica. La situación en el ámbito universitario es diferente, contándose con enseñanza e investigación de calidad, pero, aún allí, puede decirse que las carreras vinculadas a las geociencias están poco promocionadas con respecto a otras áreas del conocimiento y del ejercicio profesional. El capítulo latinoamericano de la Organización Internacional de Educación en Geociencias (LAIGEO) se propone contribuir a la solución de este problema trabajando para que la enseñanza-aprendizaje de las geociencias sea integral y accesible, tanto a los estudiantes como a los docentes y a los ciudadanos en general, mediante la generación de estrategias y materiales para la enseñanza y el aprendizaje elaborados desde una perspectiva interdisciplinaria, basados en la investigación didáctica especializada y desarrollados sobre el conocimiento y los ejemplos geológicos locales. Esta organización busca no sólo formar en la disciplina y orientar vocacionalmente a los estudiantes preuniversitarios acerca de su futuro profesional, sino hacerlos también conscientes de que su contribución a la divulgación y aplicación de las geociencias redundará en beneficio de la sociedad. Este proceso puede lograrse mediante el desarrollo de actividades como el dictado de cursos y talleres, reuniones científicas, diseño de materiales, etc. En consecuencia, los programas y proyectos en marcha de LAIGEO, que se describen brevemente en este artículo, están encaminados a contribuir al logro y fortalecimiento de los objetivos propuestos por la organización. 

Ver trabajo completo en: http://www.insugeo.org.ar/publicaciones/docs/scg-35-2-03.pdf

 

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