lunes, 27 de marzo de 2023

Mi nuevo blog: GEOLOGÍA CIUDADANA

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Salina del Bebedero, San Luis 
  Con mucho placer, quiero invitar a mis seguidores a visitar el blog denominado Geología Ciudadana  cuyo principal objetivo divulgar saberes geológicos que propicien la defensa activa de un modelo de desarrollo sustentable con equidad social, equilibrio ecológico y crecimiento económico austero, orientado a la emancipación nacional. Así, los contenidos de este blog se encuentran elaborados bajo la mayor objetividad disciplinar posible sin desconocer que partimos de una posición ideológica no neutral y están organizados en las siguientes 4 secciones principales:

  • Problemas geoambientales: donde encontramos entradas relacionadas a los diversos daños ambientales que hayan sucedido o que podrían llegar a ocurrir (y, por lo tanto, podrían ser prevenidos) como producto de la intervención humana en la naturaleza con perjuicios sobre la calidad de vida de una población.
  • Bienes naturales y soberanía: con entradas que refieren a las políticas de  administración de los bienes naturales (agua, suelos, minería, petróleo, litio, entre otros) y el uso de  territorios con diversos destinos.
  • Formación: donde hallamos entradas sobre capacitaciones, conferencias, charlas, webinars y artículos que tienen como objetivo la formación crítica de las ciudadanas, ciudadanos y profesionales del ámbito de la enseñanza de la Geología.
  • Divulgación: con entradas vinculadas a actividades de divulgación científica como entrevistas, efemérides y noticias de actualidad.
Los espero y agradezco su compañía en esta nueva aventura


Héctor L. Lacreu


jueves, 26 de enero de 2023

LO AMBIENTAL ES POLÍTICO

 

Durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental, celebrado en Belgrado en  1975, se estableció que el 26 de enero de cada año se conmemoraría el Día Mundial de la Educación Ambiental.

Con tal motivo se proclamó la denominada Carta de Belgrado,  en la que establece  la meta  de la educación ambiental que es “Formar una población mundial consciente y preocupada con el medio ambiente y con los problemas asociados, y que tenga conocimiento, aptitud, actitud, motivación y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones para los problemas existentes y para prevenir nuevos”.  

Dicha Carta establece los objetivos, los destinatarios y las directrices de la Educación Ambiental por lo cual es imprescindible la consideración de este documento a fin de comprender el sentido político de los criterios propuestos en este acuerdo internacional.

En efecto, junto con el desarrollo de la sensibilidad y la conciencia sobre los problemas ambientales, allí se proponen acciones concretas factibles de ser evaluadas en función de los factores ecológicos, políticos, sociales, estéticos y educativos. Al mismo tiempo invita a promover la participación para que las personas y los grupos sociales desarrollen su sentido de responsabilidad para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.

Estos señalamientos son de orden político en el sentido que involucra el compromiso de los docentes para proponer a sus alumnos algunas estrategias orientadas a identificar problemas ambientales de su propio entorno, diseñar acciones para erradicar los problemas, evitar su reiteración y prevenir otros, aunque aún no hayan ocurrido. Al mismo tiempo cabe señalar que no debe eludirse la caracterización política de estas acciones porque este concepto describe perfectamente la intencionalidad de transformar una realidad adversa utilizando una racionalidad ambiental.

La educación ambiental tradicional se orienta al mejoramiento de espacios naturales, mediante la reforestación, la limpieza de basura e incluye la producción de obras artísticas y literarias, todas las cuales   contribuyen a representar el ambiente de un modo más o menos bucólico. Sin embargo, la formación de ciudadanos requiere que estas acciones sean complementadas por otras que además de representar el ambiente, se orienten a cambiar aquello que sea necesario para su mejoramiento.

Consecuentemente, se hace necesario cambiar algunas consignas e introducir algunas preguntas, por ejemplo: ¿Cuáles son los problemas ambientales en nuestro entorno?  Entre otros temas problemáticos se pueden citar: ¿en nuestra ciudad (municipio, barrio) existen riesgos de derrumbes, avalanchas, vulcanismo, terremotos o inundaciones?, ¿luego de las lluvias se forman zanjas, se acumula arena y barro que perjudica el tránsito?, ¿es normal el retiro de basura, podas y escombros en todo el barrio?, ¿hay contendores para reciclar la basura?, ¿es normal el servicio de internet, Telefonía, TV, agua, luz y gas?, ¿hay pérdidas de agua de la red domiciliaria?, ¿hay aguas servidas o desagotes industriales en las calles?.  ¿existen ruidos molestos o emanación de gases nocivos?, ¿en qué zonas del entorno se manifiesta cada uno de estos problemas?, ¿todas las casas tienen estructura antisísmica?  

El mejoramiento del ambiente requiere del pensamiento crítico y reflexivo para la identificación y caracterización de los problemas, obviamente adaptados a cada nivel de educación. Entonces, debería poder analizarse la distribución e intensidad de las situaciones problemáticas detectadas mediante su representación en el mapa municipal, identificando los damnificados y de los responsables de su solución. De este modo los alumnos-investigadores  pueden discutir y proponer soluciones escolares para ser ofrecidas a las autoridades, exigiendo que cada quien cumpla con su deber ya sea de ciudadano común o de autoridad de gobierno municipal o provincial. 

En este sentido resulta fundamental que además de la Carta de Belgrado, los docentes y alumnos hagan valer los derechos establecidos en el Acuerdo Escazú, que obliga a los estados como la Argentina a  “garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia en asuntos ambientales, así como la creación y el fortalecimiento de las capacidades y la cooperación, contribuyendo a la protección del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a vivir en un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible”


 Por estos motivos, “lo ambiental” es político ya que enuncia problemas y propone transformaciones para reducir y evitar perjuicios en la calidad de vida de la humanidad.

 Por otra parte, “lo ambiental” es ideológico porque las decisiones políticas pueden tener diversas orientaciones. Una de ellas defiende el libre mercado y acepta que las presiones corporativas y financieras definan las políticas ambientales.

Nosotros defendemos otra orientación que se basa en un sistema de ideas y valores que privilegian la soberanía nacional, la defensa de los bienes naturales comunes y el bienestar general por encima de la conveniencia individual o corporativa.

Además, exige la intervención del Estado para regular y controlar adecuadamente la prestación de los servicios y el cumplimiento de las normas ambientales y de ordenamiento territorial.  Sin embargo, ello no es suficiente, la ciudadanía debe intervenir y denunciar a los responsables cada vez que los agentes del estado y/o las empresas no cumplan con sus responsabilidades. Para eso debe servir el Acuerdo de Escazú.

  Finalmente espero que estas reflexiones aporten algunas ideas para resignificar la educación ambiental y para formar ciudadanos críticos y reflexivos.


NOTA Al PIE:  Se hace notar que en Argentina debe designarse otra fecha para conmemorar el Día Internacional de la Educación Ambiental en las escuelas ya que el 26 de enero estamos en plenas vacaciones. Una vez más, vemos que algunas de las buenas ideas del norte deben ser revisadas y adecuadas porque son inaplicables en el sur.

Por Héctor Lacreu 26-01.2023

viernes, 16 de diciembre de 2022

DIA INTERNACIONAL DE LAS MONTAÑAS

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 11 de diciembre como el “Día internacional de las Montañas” para sensibilizar sobre la importancia que las montañas tienen para la vida, para destacar las oportunidades y los límites en el desarrollo de las montañas

A partir de 2003 cada año se conmemora con un tema relacionado con las montañas y en 2022 el tema es "Las mujeres mueven montañas", considerando que es una oportunidad para promover la igualdad de género y, por tanto, contribuir a mejorar la justicia social, los medios de vida y la resiliencia.  

En esta oportunidad quiero señalar que, así como las mujeres gestan en su vientre la descendencia humana, las montañas aportan rocas y minerales que permiten a la humanidad construir sus albergues y fabricar artefactos que mejoren la calidad de vida. Sin embargo, desde hace tiempo se advierte que la codicia y la omnipotencia ha generado un modelo de desarrollo insustentable que sólo beneficia a unos pocos y arruina la vida de las mayorías.  De este modo, se puede establecer cierta correspondencia en la infra valoración que hace la sociedad patriarcal global respecto del dominio y sometimiento tanto de las mujeres como de la Pachamama, apropiándose de sus frutos sin equidad ni responsabilidad social. 

Sin embargo, además de rocas y minerales las montañas también guardan agua en sus entrañas, contribuyendo de manera fundamental a la vida de la humanidad. Esto ha quedado en evidencia en estos momentos que la escasez de agua genera angustias y provoca demandas de soluciones inmediatas difíciles de resolver y que intentaré justificar a continuación.

Podemos decir que como fruto del Calentamiento Global, se han intensificado la duración de las sequías y una drástica disminución de las reservas de agua debido a la falta de lluvias, al escaso aporte de los deshielos y al manejo insustentable del agua como “bien natural” no renovable. Las mayores reservas de agua dulce en el Planeta (69%) están localizadas en las masas de hielo de los polos, en los glaciares de las grandes cordilleras y en menor proporción (30%) existe como agua subterránea.

En esta ocasión, debo mencionar que las montañas cumplen un rol fundamental en el ciclo del agua porque no sólo albergan hielos en sus cumbres, sino que el agua de su fusión, además de circular por los ríos, también se filtra hacia el interior de las montañas y circula dentro de ellas pero con menos velocidad, según sea la porosidad de sus rocas.  Esta característica hace que las montañas actúen como una “esponja” por donde el agua circula lentamente y cada tanto emerge a la superficie aportando a los ríos o bien alimentando las aguas subterráneas en las zonas de llanuras.  Este es el motivo por el cual se mantiene el agua en ríos, lagos y acuíferos, durante los períodos sin lluvias.

Por otra parte, cuando transcurren tiempos muy prolongados sin precipitaciones, no se renuevan las reservas de agua de las montañas y se reducen sus aportes al sistema hídrico. Bajo estas condiciones, aunque llueva, no se puede revertir rápidamente la falta de agua debido a la lentitud con la que se mueve el agua entre las rocas. Además, hay que recordar que cada vez hay menos agua proveniente del deshielo porque el cambio climático sigue provocado el retroceso o desaparición de varios de los glaciares existentes en la Cordillera de los Andes a principios de este siglo XXI.

Luego de compartir estas reflexiones sobre las Montañas les dejo unos podcasts que complementan esas ideas tratando de mostrar que así como la Pachamama tiene su historia, las montañas tienen la suya:

AUDIOS CORTOS (2¨)   “La Cordillera de San Luis”       “La edad de las Montañas”  

11 de diciembre de 2022

viernes, 2 de diciembre de 2022

SEQUIA Y CAMBIO CLIMATICO

Imagen de jcomp en Freepik
La sequía que afecta a los sanluiseñxs  en parte está relacionada con el calentamiento global que  va en aumento por la falta  de cumplimiento de los acuerdos internacionales  para reducir   las emisiones contaminantes  y hacer posible que la temperatura  global promedio no supere  mas allá de 1,5 °C   los valores preindiustriales (1850-1900) comprometidos del Acuerdo de París.

Pese a las exigencias de las organizaciones internacionales como ONU y COP27  se hace difícil la  REDUCCION DRASTICA en las emisiones globales de gases de efecto invernadero porque esas decisiones son boicoteados por otras que se inscriben en la filosofía de “CONTAMINE Y PAGUE”

En efecto, en lugar de apuntar a la drástica reducción de emisiones de CO2 se ha inventado un mecanismo para que quienes emiten CO2 lo puedan seguir haciendo pagando una multa (comprar créditos de carbono).  Hay un “creativo” esfuerzo para distraer la atención y seguir contaminando.

Esta medida es análoga a la situación en la que un auto emite gases por el caño de escape. En este caso no es suficiente con pagar una multa por el descuido. La medida drástica es suspender de inmediato la emisión y para ello las autoridades de aplicación debe secuestrar el auto y sólo liberarlo cuando se compruebe que su funcionamiento es el correcto.

Obviamente ello le causará un perjuicio al propietario que se queda sin su movilidad, pero no se puede desconocer que ha sido autoinfligdo porque no debería haber salido a la calle en esas condiciones.   En este caso, hay que pensar que el bien común a resguardar es la salud de la población y que el propietario no tiene la libertad de hacer lo que le dé la gana.

Con esa misma idea, es condenable que frente a la emergencia hídrica de San Luis, la intendencia capitalina siga derrochando el agua en espacios públicos como por ejemplo en los jardines del Teatro Club Social y en la pista de Motocross del Autódromo Rosendo Hernandez.

 https://www.pagina12.com.ar/502886-creditos-de-carbono-gran-negocio-o-herramienta-para-la-crisi

Posteo en FB del 30-11-22


sábado, 23 de abril de 2022

EN EL DIA DE LA TIERRA, LUCHAR CONTRA EL ANALFABETISMO GEOLÓGICO (Abril 2022)

EN EL DIA DE LA TIERRA, LUCHAR CONTRA EL ANALFABETISMO GEOLÓGICO

Héctor Luis Lacreu    (Ver PDF)
lacreu@gmail.com

         El analfabetismo geológico, nos asegura la distopía de un futuro indeseable en el que persisten y se incrementan los problemas ambientales, resultantes del modelo de desarrollo insustentable que la sociedad ha establecido con la naturaleza.

Los llamados “daños colaterales”, derivan de la mala praxis asociada al aprovechamiento de los procesos y/o materiales geológicos utilizados para el desarrollo de la humanidad. Nos referimos a la expoliación de los paisajes, del agua superficial y subterránea, del suelo, de las rocas y los minerales, como así también a cierta negligencia en las políticas de control y protección social de amenazas naturales tales como inundaciones, derrumbes, volcanismo y terremotos. 

Las problemáticas ambientales son fundamentalmente de naturaleza política, entonces no se resolverán sólo con la alfabetización geológica, pero tampoco sin ella. En ese sentido y a modo de hipótesis, se considera que los actores políticos, económicos, universitarios y la sociedad en general, carecen de los mínimos saberes para comprender las razones geológicas de la actual distribución de los recursos no renovables y de las amenazas naturales. Dichos actores, con el asesoramiento de profesionales especializados, han participado de las decisiones políticas y económicas que, por acción u omisión, promovieron los problemas que hoy sufre la humanidad. Ello ocurrió bajo el supuesto de aportar a un Desarrollo Sustentable que no fue tal.

La idea de que “las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras”, incluida en el art. 41 de la Constitución Nacional Argentina debe ser revisada. En efecto, ese concepto es tan seductor como impreciso y ello se percibe al preguntarnos: ¿satisfacer las necesidades presentes…, pero de quién/es? y también: ¿cómo saber cuáles serán las necesidades de las futuras generaciones? En este aspecto, preferimos definir al Desarrollo Sustentable (DS) como aquel que asegura en forma simultánea: Crecimiento Económico (CE), Equidad Social (ES) y Equilibrio Ecológico(EE). Así, la ecuación DS= CE + ES + EE permite evaluar los supuestos “proyectos sustentables”, preguntándonos si las futuras generaciones además de CE recibirán un planeta con el debido cuidado de la ES y del EE.  Cabe acotar que el adjetivo “sustentable”, sufrió un perverso deslizamiento semántico y habitualmente se emplea para referirse al CE o la rentabilidad de un emprendimiento, lo cual representa una estafa pública. En efecto, la ONU introduce ese adjetivo en 1987 a través del Informe Brundtland, precisamente para señalar que el mero CE no representa el desarrollo de los pueblos.

Desde el año 2020 en adelante, ninguna actividad de la Tierra ha quedado exenta de la influencia del COVID-19, originada en una zoonosis derivada, en parte, de la expoliación de los recursos naturales y la hiperconcentración urbana en las megalópolis. Además, si se considera en forma conjunta la pandemia mundial con el calentamiento global, se puede interpretar que diferentes sectores de la humanidad han promovido, tolerado o se han visto sometidos por modelos de desarrollo insustentables que, de no mediar cambios, evolucionará hacia un planeta distópico.

Esta sentencia, lejos de ser una profecía, se fundamenta en la historia del planeta. Las rocas conservan el registro que nos muestra la ocurrencia de drásticos cambios climáticos que provocaron la desertización de regiones selváticas, desecaron mares, provocaron extinciones masivas de vida y produjeron grandes y persistentes inundaciones marinas como evidencia el subsuelo de la provincia de la región pampeana argentina.

 Considerando lo expuesto, no deberíamos sorprendernos que la actual fusión de los hielos provoque el ascenso del nivel de los mares y las consecuentes inundaciones costeras.  Se calcula que hacia 2100, habrá que relocalizar unos 1.000 millones de personas en la Tierra. Esta cifra se incrementará con la necesaria desconcentración de las mega-urbes, con la finalidad de evitar el hacinamiento y la vulnerabilidad a los contagios sanitarios, tal como ocurre en estos días.

Dicha hipotética relocalización, involucrará la construcción de ciudades en territorios deshabitados y las obvias demandas de aprovisionamiento de recursos naturales y servicios. Este proceso se realizará bajo los designios del libre mercado, a menos que se promueva un cambio cultural y la sociedad encomiende la planificación y el control al Estado. De este modo, se podrá asegurar una planificación razonable, con control social y dentro de un modelo de desarrollo sustentable.

En el marco de esta hipótesis, el analfabetismo geológico interpela a los enfoques de las practicas docentes ya que, de continuar con las mismas prácticas, será difícil el ejercicio de un control ciudadano que garantice una adecuada ocupación de los nuevos territorios. Así, la alfabetización geológica (AG) podrá contribuir a un utópico mundo sustentable, siempre que su enseñanza esté enmarcada en la Geología como una ciencia histórico-interpretativa. De este modo se podrá comprender el origen del paisaje geológico natal y también promover la responsabilidad social y política para su conservación.  

Desde este punto de vista, para que la Geología pueda contribuir con la cultura y el desarrollo sustentable, debe ser incorporada con mayor enjundia en los planes de estudios de todos los niveles educativos.  A tal fin, será conveniente considerar las siguientes tres dimensiones: la AG práctica: que permite utilizar los conocimientos geológicos en la vida diaria, con el fin de mejorar las condiciones de vida, de comprender la distribución y ocurrencia de recursos y amenazas naturales de nuestro entorno.  la AG ciudadana: para que todas las personas puedan intervenir socialmente en decisiones políticas con diversos criterios, incluyendo los científicos y la AG cultural: que vincula la construcción de los conocimientos científicos, con el significado de la ciencia y la tecnología y la incidencia de la ciencia en la configuración de las sociedades.


22 de Abril, 2022

http://www.periodistasenlared.info/abril22-25/nota4.html

miércoles, 23 de marzo de 2022

Enseñanza de las Geociencias en América Latina y el Caribe


Resumen: El progreso de la educación en geociencias en América Latina y El Caribe se ve severamente limitado debido a un problema común a toda la región. En la educación preuniversitaria los contenidos son inexistentes o insuficientes y, en muchos casos, los profesores no han sido formados en la disciplina ni en su didáctica específica. La situación en el ámbito universitario es diferente, contándose con enseñanza e investigación de calidad, pero, aún allí, puede decirse que las carreras vinculadas a las geociencias están poco promocionadas con respecto a otras áreas del conocimiento y del ejercicio profesional. El capítulo latinoamericano de la Organización Internacional de Educación en Geociencias (LAIGEO) se propone contribuir a la solución de este problema trabajando para que la enseñanza-aprendizaje de las geociencias sea integral y accesible, tanto a los estudiantes como a los docentes y a los ciudadanos en general, mediante la generación de estrategias y materiales para la enseñanza y el aprendizaje elaborados desde una perspectiva interdisciplinaria, basados en la investigación didáctica especializada y desarrollados sobre el conocimiento y los ejemplos geológicos locales. Esta organización busca no sólo formar en la disciplina y orientar vocacionalmente a los estudiantes preuniversitarios acerca de su futuro profesional, sino hacerlos también conscientes de que su contribución a la divulgación y aplicación de las geociencias redundará en beneficio de la sociedad. Este proceso puede lograrse mediante el desarrollo de actividades como el dictado de cursos y talleres, reuniones científicas, diseño de materiales, etc. En consecuencia, los programas y proyectos en marcha de LAIGEO, que se describen brevemente en este artículo, están encaminados a contribuir al logro y fortalecimiento de los objetivos propuestos por la organización. 

Ver trabajo completo en: http://www.insugeo.org.ar/publicaciones/docs/scg-35-2-03.pdf

 

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domingo, 13 de septiembre de 2020

LA DISTOPÍA DEL ANALFABETISMO GEOLÓGICO

 Resumen de la ponencia realizada en la Mesa Redonda:  “La enseñanza de las ciencias naturales, su impacto en las practicas docentes”., durante el V Congreso latinoamericano de humanidades, ciencias sociales y naturales (4-5/08/20 San Luis)    

LA DISTOPÍA DEL ANALFABETISMO GEOLÓGICO

Héctor Luis Lacreu   Ver PDF

La distopía del analfabetismo geológico, es una metáfora útil para describir un futuro indeseable en el que persisten y se incrementan los problemas ambientales, resultantes del modelo de desarrollo insustentable que la sociedad ha establecido con la naturaleza.

Los llamados “daños colaterales”, derivan de la mala praxis asociada al aprovechamiento de los procesos y/o materiales geológicos utilizados para el desarrollo de la humanidad. Nos referimos a la expoliación de los paisajes, del agua superficial y subterránea, del suelo, de las rocas y los minerales, como así también a cierta negligencia en las políticas de control y protección social de amenazas naturales tales como inundaciones, derrumbes, volcanismo y terremotos. 

Las problemáticas ambientales son fundamentalmente de naturaleza política, entonces no se resolverán sólo con la alfabetización geológica, pero tampoco sin ella. En ese sentido y a modo de hipótesis, se considera que los actores políticos, económicos, universitarios y la sociedad en general, carecen de los mínimos saberes para comprender las razones geológicas de la actual distribución de los recursos no renovables y de las amenazas naturales. Dichos actores, con el asesoramiento de profesionales especializados, han participado de las decisiones políticas y económicas que, por acción u omisión, promovieron los problemas que hoy sufre la humanidad. Ello ocurrió bajo el supuesto de aportar a un Desarrollo Sustentable que no fue tal.

La idea de que “las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras”, incluida en el art. 41 de la Constitución Nacional Argentina debe ser revisada. En efecto, ese concepto es tan seductor como impreciso y ello se percibe al preguntarnos: ¿satisfacer las necesidades presentes…, pero de quién/es? y también: ¿cómo saber cuáles serán las necesidades de las futuras generaciones? En este aspecto, preferimos definir al Desarrollo Sustentable (DS) como aquel que asegura en forma simultánea: Crecimiento Económico (CE), Equidad Social (ES) y Equilibrio Ecológico(EE). Así, la ecuación DS= CE + ES + EE permite evaluar los supuestos “proyectos sustentables”, preguntándonos si las futuras generaciones además de CE recibirán un planeta con el debido cuidado de la ES y del EE.  Cabe acotar que el adjetivo “sustentable”, sufrió un perverso deslizamiento semántico y habitualmente se emplea para referirse al CE o la rentabilidad de un emprendimiento, lo cual representa una estafa pública. En efecto, la ONU introduce ese adjetivo en 1987 a través del Informe Brundtland, precisamente para señalar que el mero CE no representa el desarrollo de los pueblos.

En el año 2020, ninguna actividad de la Tierra ha quedado exenta de la influencia del COVID-19, originada en una zoonosis derivada en parte de la expoliación de los recursos naturales. Además, si se considera en forma conjunta la pandemia mundial con el calentamiento global, se puede interpretar que diferentes sectores de la humanidad han promovido, tolerado o se han visto sometidos por modelos de desarrollo insustentables que, de no mediar cambios, evolucionará hacia un planeta distópico.

Esta sentencia, lejos de ser una profecía, se fundamenta en la historia del planeta. Las rocas conservan el registro que nos muestra la ocurrencia de drásticos cambios climáticos que desertificaron regiones selváticas, desecaron mares, provocaron extinciones masivas de vida y produjeron grandes y persistentes inundaciones marinas como evidencia el subsuelo de la provincia de la región pampeana argentina.

 Considerando lo expuesto, no deberíamos sorprendernos que la actual fusión de los hielos provoque el ascenso del nivel de los mares y las consecuentes inundaciones costeras.  Se calcula que hacia 2100, habrá que relocalizar unos 1.000 millones de personas en la Tierra. Esta cifra se incrementará con la desconcentración de las mega-urbes, con la finalidad de evitar el hacinamiento y la vulnerabilidad a los contagios sanitarios, tal como ocurre en estos días.

Dicha hipotética relocalización, involucrará la construcción de ciudades en territorios deshabitados y las obvias demandas de aprovisionamiento de recursos naturales y servicios. Este proceso se realizará bajo los designios del libre mercado, a menos que se promueva una metanoia social y se encomiende la planificación al Estado. De este modo, se podrá asegurar una planificación razonable, con control social y dentro de un modelo de desarrollo sustentable.

En el marco de esta hipótesis, el analfabetismo geológico interpela a los enfoques de las practicas docentes ya que, de continuar con las mismas prácticas, será difícil el ejercicio de un control ciudadano que garantice una adecuada ocupación de los nuevos territorios. Así, la alfabetización geológica podrá contribuir a un utópico mundo sustentable, siempre que se oriente hacia una finalidad histórico-interpretativa, para comprender el origen del paisaje geológico natal y promover la responsabilidad social y política para su conservación.  

Desde este punto de vista, para que la Alfabetización Geológica (AG) pueda incidir en la cultura de la sociedad, debe ser incorporada en los planes de estudios de todos los niveles educativos.  A tal fin,  será conveniente  considerar las siguientes tres dimensiones: la AG práctica: que permite utilizar los conocimientos geológicos en la vida diaria, con el fin de mejorar las condiciones de vida, de comprender los rasgos, recursos y riesgos naturales de nuestro entorno, etc.,  la AG ciudadana: para que todas las personas puedan intervenir socialmente en decisiones políticas con diversos criterios, incluyendo los científicos y la AG cultural: que vincula la construcción de los conocimientos científicos, con el significado de la ciencia y la tecnología y la incidencia científica en la configuración de las sociedades.