Durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental,
celebrado en Belgrado en 1975, se estableció
que el 26 de enero de cada año se conmemoraría el Día Mundial de la Educación
Ambiental.
Con tal motivo se proclamó la denominada Carta de Belgrado, en la que establece la meta
de la educación ambiental que es
“Formar una población mundial consciente y preocupada con el medio ambiente y
con los problemas asociados, y que tenga conocimiento, aptitud, actitud,
motivación y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la
búsqueda de soluciones para los problemas existentes y para prevenir nuevos”.
Dicha Carta establece los objetivos, los destinatarios y las
directrices de la Educación Ambiental por lo cual es imprescindible la
consideración de este documento a fin de comprender el sentido político de los
criterios propuestos en este acuerdo internacional.
En efecto, junto con el desarrollo de la sensibilidad y la conciencia
sobre los problemas ambientales, allí se proponen acciones concretas factibles
de ser evaluadas en función de los factores ecológicos, políticos, sociales,
estéticos y educativos. Al mismo tiempo invita a promover la participación para
que las personas y los grupos sociales desarrollen su sentido de
responsabilidad para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.
Estos señalamientos son de orden político en el sentido que
involucra el compromiso de los docentes para proponer a sus alumnos algunas estrategias
orientadas a identificar problemas ambientales de su propio entorno, diseñar
acciones para erradicar los problemas, evitar su reiteración y prevenir otros,
aunque aún no hayan ocurrido. Al mismo tiempo cabe señalar que no debe eludirse
la caracterización política de estas acciones porque este concepto describe
perfectamente la intencionalidad de transformar una realidad adversa utilizando
una racionalidad ambiental.
La educación ambiental tradicional se orienta al mejoramiento de
espacios naturales, mediante la reforestación, la limpieza de basura e incluye
la producción de obras artísticas y literarias, todas las cuales contribuyen a representar el ambiente de un
modo más o menos bucólico. Sin embargo, la formación de ciudadanos requiere que
estas acciones sean complementadas por otras que además de representar el
ambiente, se orienten a cambiar aquello que sea necesario para su mejoramiento.
Consecuentemente, se hace necesario cambiar algunas consignas e
introducir algunas preguntas, por ejemplo: ¿Cuáles son los problemas
ambientales en nuestro entorno? Entre
otros temas problemáticos se pueden citar: ¿en nuestra ciudad (municipio, barrio)
existen riesgos de derrumbes, avalanchas, vulcanismo, terremotos o
inundaciones?, ¿luego de las lluvias se forman zanjas, se acumula arena y barro
que perjudica el tránsito?, ¿es normal el retiro de basura, podas y escombros
en todo el barrio?, ¿hay contendores para reciclar la basura?, ¿es normal el
servicio de internet, Telefonía, TV, agua, luz y gas?, ¿hay pérdidas de agua de
la red domiciliaria?, ¿hay aguas servidas o desagotes industriales en las
calles?. ¿existen ruidos molestos o
emanación de gases nocivos?, ¿en qué zonas del entorno se manifiesta cada uno
de estos problemas?, ¿todas las casas tienen estructura antisísmica?
El mejoramiento del ambiente requiere del pensamiento crítico y
reflexivo para la identificación y caracterización de los problemas, obviamente
adaptados a cada nivel de educación. Entonces, debería poder analizarse la
distribución e intensidad de las situaciones problemáticas detectadas mediante
su representación en el mapa municipal, identificando los damnificados y de los
responsables de su solución. De este modo los alumnos-investigadores pueden discutir y proponer soluciones
escolares para ser ofrecidas a las autoridades, exigiendo que cada quien cumpla
con su deber ya sea de ciudadano común o de autoridad de gobierno municipal o
provincial.
En este sentido resulta fundamental que además de la Carta de
Belgrado, los docentes y alumnos hagan valer los derechos establecidos en el Acuerdo Escazú, que obliga a los estados
como la Argentina a “garantizar
la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los
derechos de acceso a la información ambiental, participación pública en los
procesos de toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia en asuntos
ambientales, así como la creación y el fortalecimiento de las capacidades y la
cooperación, contribuyendo a la protección del derecho de cada persona, de las
generaciones presentes y futuras, a vivir en un medio ambiente sano y al
desarrollo sostenible”
Por estos motivos, “lo ambiental” es político
ya que enuncia problemas y propone transformaciones para reducir y evitar
perjuicios en la calidad de vida de la humanidad.
Por otra parte, “lo ambiental” es ideológico
porque las decisiones políticas pueden tener diversas orientaciones. Una de
ellas defiende el libre mercado y acepta que las presiones corporativas y
financieras definan las políticas ambientales.
Nosotros
defendemos otra orientación que se basa en un sistema de ideas y valores que
privilegian la soberanía nacional, la defensa de los bienes naturales comunes y
el bienestar general por encima de la conveniencia individual o corporativa.
Además,
exige la intervención del Estado para regular y controlar adecuadamente la
prestación de los servicios y el cumplimiento de las normas ambientales y de
ordenamiento territorial. Sin embargo,
ello no es suficiente, la ciudadanía debe intervenir y denunciar a los
responsables cada vez que los agentes del estado y/o las empresas no cumplan
con sus responsabilidades. Para eso debe servir el Acuerdo de Escazú.
Finalmente espero que
estas reflexiones aporten algunas ideas para resignificar la educación
ambiental y para formar ciudadanos críticos y reflexivos.
NOTA Al
PIE: Se hace notar que en Argentina debe
designarse otra fecha para conmemorar el Día Internacional de la Educación
Ambiental en las escuelas ya que el 26 de enero estamos en plenas vacaciones.
Una vez más, vemos que algunas de las buenas ideas del norte deben ser
revisadas y adecuadas porque son inaplicables en el sur.
Por Héctor Lacreu 26-01.2023