CARTA ABIERTA 3: LA CONCIENCIA
AMBIENTAL REQUIERE DE CIUDADANOS CRÍTICOS
El mes pasado (27/09) se
conmemoró el día nacional de la Conciencia Ambiental y 10 días después (07/10),
en la ciudad de San Luis, se presentó el documental “Latinoamérica, unterritorio en disputa”, de Nicolás Trotta y Esteban A. Cuevas en el que, de
modo muy emotivo, se exponen crudamente las consecuencias políticas y sociales
derivadas de la pérdida de soberanía de los pueblos latinoamericanos.
Considero que ambos eventos están
muy relacionados puesto que las disputas territoriales son la principal fuente
de los Problemas Ambientales. En consecuencia, decidí compartir algunas
reflexiones sobre la necesidad de revisar y reformular algunos aspectos de las
enseñanzas que se imparten en nuestro sistema educativo. Dichas reflexiones las
compartí con el Dr. Trotta, como una contribución a los equipos de educación
que coordina en el Frente de Todos, a nivel nacional y una síntesis de las
mismas se incluyen en la presente nota.
El centro de mi preocupación se
orienta hacia la formación de ciudadanos críticos y reflexivos, con conciencia ambiental,
que sean capaces de imaginar un proceso de emancipación que nos permita
administrar nuestros Recursos Naturales en beneficio propio, inspirado en las
políticas de Evo Morales para Bolivia.
Hay una tendencia a pensar que estos
problemas se resuelven con la educación.
Sin embargo, opino que se trata de procesos más complejos en los que
intervienen varios actores y que suelen ser boicoteados por conflictos de los
más variados intereses que uno pudiera imaginar: económicos, políticos, sindicales y otros. En
efecto, sólo con educación no se resuelve el problema, pero sin una profunda
reflexión educativa tampoco.
En ese sentido, se señala que “en
muchas normativas se indica que una de las finalidades del sistema educativo es
la formación de ciudadanos críticos y reflexivos, y de sujetos políticos
responsables. En ese sentido, quiero compartir una visión crítica que se nutre
de la siguiente pregunta retórica: ¿cuál es…, cómo se trabaja…, dónde está…, el
sentido político de los conocimientos que se enseñan en un sistema educativo
que pretende formar sujetos políticos?”
Entre los muchos problemas existentes,
me referiré a la enseñanza de las CIENCIAS NATURALES porque la formación de
ciudadanos en este campo es deficitaria y, paradójicamente, no contribuye a que las personas comprendan el funcionamiento complejo
de la naturaleza, ni se sientan motivadas a intervenir ANTES que los
Problemas Ambientales sucedan.
Intentaré explicarme mejor: la
mayoría de los Problemas Ambientales suceden por las intervenciones
expoliativas y poco amigables en la naturaleza y ello se percibe en el
deterioro y/o apropiación indebida de Recursos Naturales como es el caso del Agua, la Minería (en todas sus variantes), el Paisaje que ocupamos y los Suelos,
que contiene los nutrientes de las cadenas alimenticias de la vida en nuestro
planeta. Este conjunto de recursos naturales AMPS (agua, minería, paisaje y suelos) tienen una distribución
desigual en el territorio, con diferencias en calidades y cantidades de los recursos,
como así también en su accesibilidad.
Sin embargo, las personas no
parecen reconocer dichas limitaciones y mayoritariamente usan, promueven o
toleran la explotación de estos recursos de un modo que asegura un desarrollo
insostenible. Da la impresión que existe
un convencimiento de que los recursos naturales son inagotables, que siempre
podremos disponer de ellos, y que mientras logremos nuestra satisfacción, no
importan las condiciones sociales en que sean explotados, ni los daños ecológicos
que ocurran. En realidad, sólo parecen importar cuando nos afectan en forma
directa y recién entonces suele haber reacciones ciudadanas tardías.
Por tales motivos, creo que se
debe revisar la alfabetización científica para que los ciudadanos se apropien
de la idea que los recursos AMPS se
pueden agotar y/o inutilizar, y que su actual configuración territorial es el
resultado de largos procesos geológicos. Comprender la evolución geológica de
una región, no sólo son actos bucólicos ni diletantes (que lo son), sino que es
una cuestión de supervivencia.
La forma de prever y predecir la
evolución de los procesos naturales, es a través del conocimiento de la historia
de los mecanismos que provocaron la actual configuración del territorio que
ocupamos. Es decir, reconstruir la historia del Paisaje Geológico y de los
recursos que este contiene. En efecto, se trata del único modo científico que permitirá
proteger el paisaje que nos acoge, buscar nuevos recursos mineros, evitar el
daño en suelos y acuíferos y protegernos de amenazas naturales como
inundaciones, derrumbes, terremotos y daños volcánicos, entre otros.
Las autoridades educativas
nacionales y provinciales del próximo período de gobierno, tienen el desafío de
reflexionar sobre estos temas y analizar la eventual incorporación de este
enfoque para la enseñanza de las Ciencias Naturales en la educación básica y en
los profesorados. Se torna necesario para lograr la formación de sujetos
políticos, que puedan actuar anticipadamente para prevenir los impactos negativos
provocados por las intervenciones humanas en la naturaleza, que son uno de los
componentes de los problemas ambientales.
Ello está en sintonía con las
normas que regulan la formación docente inicial y varias de las resoluciones del
CFE, expresan la necesidad de una formación integral, de la necesidad de
trabajos interdisciplinarios, etc. pero
en la práctica, salvo excepciones, ello no se observa. Para deconstruir este
problema creo que hay tres conceptos clave que habría que analizar, discutir y
resolver:
DESARTICULACIÓN/FRAGMENTACIÓN: Las principales disciplinas
(Biología, Física, Química y Geología), se enseñan en forma “aislada”, con
escasas oportunidades de articulación entre sí.
DESCONTEXTUALIZACIÓN: Muchos
de los problemas y experiencias educativas reproducen trabajos de laboratorio
ofrecidos en libros de textos “alóctonos”, con escasa consideración del
contexto/entorno natural que rodea a las instituciones escolares. Falta trabajo
de campo e investigación en la transposición didáctica contextualizada.
DISTORSIÓN EPISTEMOLÓGICA: En
la práctica, la enseñanza de las ciencias de la naturaleza, está centrada en
experiencias de laboratorio con escasos de trabajos de investigación científica
escolar en el terreno. Por otro lado, los
contenidos geológicos son insuficientes y la didáctica tradicional de tipo
analítica/experimental es inapropiada. En efecto, se omite el carácter
netamente histórico – interpretativo que caracteriza a la geología como
disciplina fundamental para la reconstrucción histórica de los paisajes de cada
región del planeta.
Las caracterizaciones resumidas
de estos tres conceptos, ha requerido de generalizaciones que en algunos casos
puede resultar injusta con personas y/o instituciones, pero que entiendo
representan un común denominador que ofrece matices.
Finalmente, sugiero que estos
temas sean considerados por los equipos técnicos de educación nacional y
provincial, pero con monitoreo político informado. En efecto, por un lado,
opino que la alfabetización científica de los ciudadanos es demasiado
importante como para que lo resuelvan sólo los científicos. Por otro lado, el
monitoreo político es necesario para mediar en una discusión que incluya a los
tres conceptos aludidos. Dicho proceso, seguramente requerirá la atención y
resolución de problemas que involucran intereses personales e institucionales, conflictos
científicos, corporativos, enfoques didácticos, epistemológicos y otros.
Espero que se pueda dar inicio a
un debate imprescindible para la formación de ciudadanos críticos.
Héctor Luis Lacreu
Nota publicada el 11-10-19 en Periodistas en la RedThriller 1 https://www.youtube.com/watch?v=9ckHapNuWt4
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