jueves, 26 de enero de 2023

LO AMBIENTAL ES POLÍTICO

 

Durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental, celebrado en Belgrado en  1975, se estableció que el 26 de enero de cada año se conmemoraría el Día Mundial de la Educación Ambiental.

Con tal motivo se proclamó la denominada Carta de Belgrado,  en la que establece  la meta  de la educación ambiental que es “Formar una población mundial consciente y preocupada con el medio ambiente y con los problemas asociados, y que tenga conocimiento, aptitud, actitud, motivación y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones para los problemas existentes y para prevenir nuevos”.  

Dicha Carta establece los objetivos, los destinatarios y las directrices de la Educación Ambiental por lo cual es imprescindible la consideración de este documento a fin de comprender el sentido político de los criterios propuestos en este acuerdo internacional.

En efecto, junto con el desarrollo de la sensibilidad y la conciencia sobre los problemas ambientales, allí se proponen acciones concretas factibles de ser evaluadas en función de los factores ecológicos, políticos, sociales, estéticos y educativos. Al mismo tiempo invita a promover la participación para que las personas y los grupos sociales desarrollen su sentido de responsabilidad para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.

Estos señalamientos son de orden político en el sentido que involucra el compromiso de los docentes para proponer a sus alumnos algunas estrategias orientadas a identificar problemas ambientales de su propio entorno, diseñar acciones para erradicar los problemas, evitar su reiteración y prevenir otros, aunque aún no hayan ocurrido. Al mismo tiempo cabe señalar que no debe eludirse la caracterización política de estas acciones porque este concepto describe perfectamente la intencionalidad de transformar una realidad adversa utilizando una racionalidad ambiental.

La educación ambiental tradicional se orienta al mejoramiento de espacios naturales, mediante la reforestación, la limpieza de basura e incluye la producción de obras artísticas y literarias, todas las cuales   contribuyen a representar el ambiente de un modo más o menos bucólico. Sin embargo, la formación de ciudadanos requiere que estas acciones sean complementadas por otras que además de representar el ambiente, se orienten a cambiar aquello que sea necesario para su mejoramiento.

Consecuentemente, se hace necesario cambiar algunas consignas e introducir algunas preguntas, por ejemplo: ¿Cuáles son los problemas ambientales en nuestro entorno?  Entre otros temas problemáticos se pueden citar: ¿en nuestra ciudad (municipio, barrio) existen riesgos de derrumbes, avalanchas, vulcanismo, terremotos o inundaciones?, ¿luego de las lluvias se forman zanjas, se acumula arena y barro que perjudica el tránsito?, ¿es normal el retiro de basura, podas y escombros en todo el barrio?, ¿hay contendores para reciclar la basura?, ¿es normal el servicio de internet, Telefonía, TV, agua, luz y gas?, ¿hay pérdidas de agua de la red domiciliaria?, ¿hay aguas servidas o desagotes industriales en las calles?.  ¿existen ruidos molestos o emanación de gases nocivos?, ¿en qué zonas del entorno se manifiesta cada uno de estos problemas?, ¿todas las casas tienen estructura antisísmica?  

El mejoramiento del ambiente requiere del pensamiento crítico y reflexivo para la identificación y caracterización de los problemas, obviamente adaptados a cada nivel de educación. Entonces, debería poder analizarse la distribución e intensidad de las situaciones problemáticas detectadas mediante su representación en el mapa municipal, identificando los damnificados y de los responsables de su solución. De este modo los alumnos-investigadores  pueden discutir y proponer soluciones escolares para ser ofrecidas a las autoridades, exigiendo que cada quien cumpla con su deber ya sea de ciudadano común o de autoridad de gobierno municipal o provincial. 

En este sentido resulta fundamental que además de la Carta de Belgrado, los docentes y alumnos hagan valer los derechos establecidos en el Acuerdo Escazú, que obliga a los estados como la Argentina a  “garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia en asuntos ambientales, así como la creación y el fortalecimiento de las capacidades y la cooperación, contribuyendo a la protección del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a vivir en un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible”


 Por estos motivos, “lo ambiental” es político ya que enuncia problemas y propone transformaciones para reducir y evitar perjuicios en la calidad de vida de la humanidad.

 Por otra parte, “lo ambiental” es ideológico porque las decisiones políticas pueden tener diversas orientaciones. Una de ellas defiende el libre mercado y acepta que las presiones corporativas y financieras definan las políticas ambientales.

Nosotros defendemos otra orientación que se basa en un sistema de ideas y valores que privilegian la soberanía nacional, la defensa de los bienes naturales comunes y el bienestar general por encima de la conveniencia individual o corporativa.

Además, exige la intervención del Estado para regular y controlar adecuadamente la prestación de los servicios y el cumplimiento de las normas ambientales y de ordenamiento territorial.  Sin embargo, ello no es suficiente, la ciudadanía debe intervenir y denunciar a los responsables cada vez que los agentes del estado y/o las empresas no cumplan con sus responsabilidades. Para eso debe servir el Acuerdo de Escazú.

  Finalmente espero que estas reflexiones aporten algunas ideas para resignificar la educación ambiental y para formar ciudadanos críticos y reflexivos.


NOTA Al PIE:  Se hace notar que en Argentina debe designarse otra fecha para conmemorar el Día Internacional de la Educación Ambiental en las escuelas ya que el 26 de enero estamos en plenas vacaciones. Una vez más, vemos que algunas de las buenas ideas del norte deben ser revisadas y adecuadas porque son inaplicables en el sur.

Por Héctor Lacreu 26-01.2023