sábado, 12 de octubre de 2019

CARTA ABIERTA 3: LA CONCIENCIA AMBIENTAL REQUIERE DE CIUDADANOS CRÍTICOS


CARTA ABIERTA 3:  LA CONCIENCIA AMBIENTAL REQUIERE DE CIUDADANOS CRÍTICOS 


El mes pasado (27/09) se conmemoró el día nacional de la Conciencia Ambiental y 10 días después (07/10), en la ciudad de San Luis, se presentó el documental “Latinoamérica, unterritorio en disputa”, de Nicolás Trotta y Esteban A. Cuevas en el que, de modo muy emotivo, se exponen crudamente las consecuencias políticas y sociales derivadas de la pérdida de soberanía de los pueblos latinoamericanos.

Considero que ambos eventos están muy relacionados puesto que las disputas territoriales son la principal fuente de los Problemas Ambientales. En consecuencia, decidí compartir algunas reflexiones sobre la necesidad de revisar y reformular algunos aspectos de las enseñanzas que se imparten en nuestro sistema educativo. Dichas reflexiones las compartí con el Dr. Trotta, como una contribución a los equipos de educación que coordina en el Frente de Todos, a nivel nacional y una síntesis de las mismas se incluyen en la presente nota.

El centro de mi preocupación se orienta hacia la formación de ciudadanos críticos y reflexivos, con conciencia ambiental, que sean capaces de imaginar un proceso de emancipación que nos permita administrar nuestros Recursos Naturales en beneficio propio, inspirado en las políticas de Evo Morales para Bolivia.
 
Hay una tendencia a pensar que estos problemas se resuelven con la educación.  Sin embargo, opino que se trata de procesos más complejos en los que intervienen varios actores y que suelen ser boicoteados por conflictos de los más variados intereses que uno pudiera imaginar:  económicos, políticos, sindicales y otros. En efecto, sólo con educación no se resuelve el problema, pero sin una profunda reflexión educativa tampoco.

En ese sentido, se señala que “en muchas normativas se indica que una de las finalidades del sistema educativo es la formación de ciudadanos críticos y reflexivos, y de sujetos políticos responsables. En ese sentido, quiero compartir una visión crítica que se nutre de la siguiente pregunta retórica: ¿cuál es…, cómo se trabaja…, dónde está…, el sentido político de los conocimientos que se enseñan en un sistema educativo que pretende formar sujetos políticos?”

Entre los muchos problemas existentes, me referiré a la enseñanza de las CIENCIAS NATURALES porque la formación de ciudadanos en este campo es deficitaria y, paradójicamente, no contribuye a que las personas comprendan el funcionamiento complejo de la naturaleza, ni se sientan motivadas a intervenir ANTES que los Problemas Ambientales sucedan.
    
Intentaré explicarme mejor: la mayoría de los Problemas Ambientales suceden por las intervenciones expoliativas y poco amigables en la naturaleza y ello se percibe en el deterioro y/o apropiación indebida de Recursos Naturales como es el caso del Agua, la Minería (en todas sus variantes), el Paisaje que ocupamos y los Suelos, que contiene los nutrientes de las cadenas alimenticias de la vida en nuestro planeta. Este conjunto de recursos naturales AMPS (agua, minería, paisaje y suelos) tienen una distribución desigual en el territorio, con diferencias en calidades y cantidades de los recursos, como así también en su accesibilidad.
    
Sin embargo, las personas no parecen reconocer dichas limitaciones y mayoritariamente usan, promueven o toleran la explotación de estos recursos de un modo que asegura un desarrollo insostenible.  Da la impresión que existe un convencimiento de que los recursos naturales son inagotables, que siempre podremos disponer de ellos, y que mientras logremos nuestra satisfacción, no importan las condiciones sociales en que sean explotados, ni los daños ecológicos que ocurran. En realidad, sólo parecen importar cuando nos afectan en forma directa y recién entonces suele haber reacciones ciudadanas tardías.
  
Por tales motivos, creo que se debe revisar la alfabetización científica para que los ciudadanos se apropien de la idea que los recursos AMPS se pueden agotar y/o inutilizar, y que su actual configuración territorial es el resultado de largos procesos geológicos. Comprender la evolución geológica de una región, no sólo son actos bucólicos ni diletantes (que lo son), sino que es una cuestión de supervivencia.

La forma de prever y predecir la evolución de los procesos naturales, es a través del conocimiento de la historia de los mecanismos que provocaron la actual configuración del territorio que ocupamos. Es decir, reconstruir la historia del Paisaje Geológico y de los recursos que este contiene. En efecto, se trata del único modo científico que permitirá proteger el paisaje que nos acoge, buscar nuevos recursos mineros, evitar el daño en suelos y acuíferos y protegernos de amenazas naturales como inundaciones, derrumbes, terremotos y daños volcánicos, entre otros.
Las autoridades educativas nacionales y provinciales del próximo período de gobierno, tienen el desafío de reflexionar sobre estos temas y analizar la eventual incorporación de este enfoque para la enseñanza de las Ciencias Naturales en la educación básica y en los profesorados. Se torna necesario para lograr la formación de sujetos políticos, que puedan actuar anticipadamente para prevenir los impactos negativos provocados por las intervenciones humanas en la naturaleza, que son uno de los componentes de los problemas ambientales.

Ello está en sintonía con las normas que regulan la formación docente inicial y varias de las resoluciones del CFE, expresan la necesidad de una formación integral, de la necesidad de trabajos interdisciplinarios, etc.  pero en la práctica, salvo excepciones, ello no se observa. Para deconstruir este problema creo que hay tres conceptos clave que habría que analizar, discutir y resolver:
DESARTICULACIÓN/FRAGMENTACIÓN: Las principales disciplinas (Biología, Física, Química y Geología), se enseñan en forma “aislada”, con escasas oportunidades de articulación entre sí.  
DESCONTEXTUALIZACIÓN:  Muchos de los problemas y experiencias educativas reproducen trabajos de laboratorio ofrecidos en libros de textos “alóctonos”, con escasa consideración del contexto/entorno natural que rodea a las instituciones escolares. Falta trabajo de campo e investigación en la transposición didáctica contextualizada.
DISTORSIÓN EPISTEMOLÓGICA:  En la práctica, la enseñanza de las ciencias de la naturaleza, está centrada en experiencias de laboratorio con escasos de trabajos de investigación científica escolar en el terreno.  Por otro lado, los contenidos geológicos son insuficientes y la didáctica tradicional de tipo analítica/experimental es inapropiada. En efecto, se omite el carácter netamente histórico – interpretativo que caracteriza a la geología como disciplina fundamental para la reconstrucción histórica de los paisajes de cada región del planeta.

Las caracterizaciones resumidas de estos tres conceptos, ha requerido de generalizaciones que en algunos casos puede resultar injusta con personas y/o instituciones, pero que entiendo representan un común denominador que ofrece matices.

Finalmente, sugiero que estos temas sean considerados por los equipos técnicos de educación nacional y provincial, pero con monitoreo político informado. En efecto, por un lado, opino que la alfabetización científica de los ciudadanos es demasiado importante como para que lo resuelvan sólo los científicos. Por otro lado, el monitoreo político es necesario para mediar en una discusión que incluya a los tres conceptos aludidos. Dicho proceso, seguramente requerirá la atención y resolución de problemas que involucran intereses personales e institucionales, conflictos científicos, corporativos, enfoques didácticos, epistemológicos y otros.

Espero que se pueda dar inicio a un debate imprescindible para la formación de ciudadanos críticos.

Héctor Luis Lacreu

Nota publicada el 11-10-19 en Periodistas en la Red

Thriller 1   https://www.youtube.com/watch?v=9ckHapNuWt4
Thriller 2     https://www.youtube.com/watch?v=vKN1bCfMsLk   




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